Odio es la sensación de desprecio que entumece tu
conciencia, es el rechazo a toda muestra de sentimientos; es la sensación de
libertad interior, son las ganas de romper el aire que te rodea.
Odio es el ansia de salir del cuerpo que te envuelve y
demostrar tu ira al mundo; es la sensación de poder que te hace sentir bien
hasta que te abandona. Odio es la cara oculta de tu alma que sale a la
superficie para reivindicar esa superioridad que nunca aflora en ti.
Odio es la voz que se alza sobre las masas y destroza a todo
aquel que se pone por medio. Es querer morir para saberte eterno, es mirar a
otro ser humano y despreciarlo, es el dolor y la ira, es la voz de tu
conciencia, es estado inconsciente que no quieres que te posea pero que cuando
entra en ti no quieres que se vaya. Es la fuerza que te impulsa a seguir
adelante sin mirar atrás, sin recordar lo
pasado.
Odio es el flujo que corre por tus venas y te hace escupir
virulentamente palabras de desasosiego y rencor, de rechazo y podredumbre. Odio
refleja el rostro del eterno ser oprimido. Es la llama que se enciende en los
ojos de la frustración.
Odio es el grito amargo y anónimo del que está triste y
apagado; es la evolución de la rabia, el resultado trágico de un amor no
encontrado, es la concentración del dolor más profundo.
Odio eres tú aunque
no lo aceptes, odio soy yo aunque no lo quiera.
"HELP"
Escrito en algún momento de 1996