viernes, 13 de septiembre de 2013

Como cada noche; como cada noche; como cada noche...

Cada noche me despierto pensando en el olvido, en lo que hice y en lo que dejé de hacer, y nunca me arrepiento.

No me arrepiento de aquella vez en la que el mundo me daba grima y recelé de mis convicciones para adentrarme en otras corrientes que me llevaron al colapso.

No me arrepiento del dolor que causé a aquella gente cuando dijeron: ¡no lo hagas! y lo hice sin conciencia.

No me arrepiento de la desidia que desprendí aquella noche y que llenó aquella sala y que envenenó a aquella gente, que todavía se pregunta si aquello fue pesadilla o el final de sus deseos.

Tampoco me arrepiento de aquel día en que te amé, probé el fruto de tu vida y te odié hasta el infinito por no poder tenerte cada día y noche a mi lado, ni poder saborear las mieles de tu ser cada noche.

No me arrepiento de mi egoísmo, como tampoco me arrepiento de mi ira y mi vergüenza. No me arrepiento de tener el alma enclavada en este cuerpo y a su vez en este mundo.

No me arrepiento de haberme acostado con la muerta en aquella habitación de dolor, en aquella cama de sufrimiento en la cual tuvimos un orgasmo de violencia y acabamos con la vida de los indecisos, los vanidosos, los lujuriosos, los perezosos, los creyentes y los seres inferiores que en ese momento de clímax vimos como el todo. (Tampoco me arrepiento de no haber llevado preservativo y ser el padre del futuro dios del mar).

No me arrepiento de la alegría que me dio la noticia de tu muerte y por pudor no me reí cuando estabas en el féretro.

Me gustaría poder decir que me arrepiento de la tristeza que flotaba en tu mirada provocada por mis actos de lujuria y ansiedad. Pero nunca me arrepiento, y me duelen las entrañas, y el dolor se vuelve amargo, y me escuecen las miradas pero... como cada noche me despierto pensando en el olvido, en lo que hice y en lo que dejé de hacer, y nunca, nunca me arrepiento.

"HELP"
Junio de 1998

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