Buscar a tientas la salida y no encontrar más que muros de
cemento –miradas de frío hielo-
Querer huir de tu cuerpo, de tu propia prisión de huesos –de
huesos-
Mirarte en el espejo, y ver en el reflejo la frustración –la
sinrazón-
Dejar a un lado el silencio, abrirte paso en el cielo y
volar –y gritar-
Creer en lo que no está escrito, gritar pidiendo auxilio, y no
escuchar –y nunca hallar-
Correr hacia el infinito, ir hasta el más allá, y no
encontrar –y nuca hallar-
Inútilmente tú te escondes -pero
te encuentras-
Por tus venas nada corre -sólo tus miedos-
El suicidio está en tu mente -pero
no te atreves-
Y aunque crees que nada vales -algo quieres-
Tu vida… tu libertad.
Tu alma es tu celda, tu mente el dolor, tus ojos el viento
soplando –por ser libres-
Coger la vida con las manos y no dejar de apretar, hasta que
no respire -hasta hacerla sangrar-
Romper tus miedo usando la imaginación, salir corriendo
olvidando –tus sueños-
Abrir el aire con tu aliento, cruzar el tiempo a golpe de
superación –de corazón-
Creer en lo que no está escrito, gritar pidiendo auxilio, y no
escuchar –y nunca hallar-
Correr hacia el infinito, ir hasta el más allá, y no
encontrar –y nuca hallar-
Inútilmente tú te escondes -pero
te encuentras-
Por tus venas nada corre -sólo tus miedos-
El suicidio está en tu mente -pero
no te atreves-
Y aunque crees que nada vales -algo quieres-
Tu vida… tu libertad.
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